Lograr tus objetivos de salud, ya sea perder o aumentar de peso, hacerse más fuerte, más rápido o simplemente más saludable, comienza con tener una rutina que se adapta a tu estilo de vida y, lo que es más importante, se adapta a ti.
No Todo es para Todos
Todos somos diferentes, por lo que es lógico que nuestras rutinas también sean diferentes. Todo depende de tus objetivos, si eres una persona de la mañana o de la noche, de cuánto tiempo estés dispuesto a dedicar y, por supuesto, de tus prioridades en la vida. Cuando logres combinar todos estos factores con una rutina saludable que puedas seguir, los resultados vendrán.
En esta serie de posts, te ayudaremos a crear tu propia rutina saludable. Iremos paso a paso, explicando por qué se recomiendan ciertas tareas y cómo algunos hábitos pueden afectar tus resultados de forma positiva o negativa. El objetivo final es una rutina saludable que puedas seguir sin hacer sacrificios significativos y dentro de tu tiempo disponible.
¿Eres una persona de mañana o de noche?
Entender si eres una persona de la mañana o de la noche puede ser la diferencia entre el éxito y renunciar por completo a tu rutina. Aquí hay una forma sencilla de determinar cuál eres:
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Persona de la mañana: ¿Más productiva y lúcida por la mañana? Probablemente te despiertes fácilmente y te sientas listo para empezar el día.
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Persona de la noche: ¿Tiene dificultades para levantarse temprano y sentirse más enérgico y concentrado más tarde en el día? Entonces, es probable que seas una persona nocturna.
Cómo adaptar tu Rutina
Una vez que identifiques tu ritmo natural, puedes establecer tus prioridades para alinearse con él:
Para la gente de la mañana:
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Despierta temprano y empieza a hidratarte inmediatamente.
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Realiza ejercicios físicos temprano en la mañana.
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Hidrátate con algo que te guste, como Yerba Mate, que tiene una cantidad moderada de cafeína y muchos antioxidantes.
Para la gente de la noche:
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Despierta una hora antes de que necesites prepararte.
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Pasa esa hora hidratando, leyendo, meditando o simplemente respirando profundamente.
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Evita pulsar el botón de posponer, haz que despertar sea un desafío que puedas superar.
Experiencia personal
Soy una persona de la mañana. Normalmente me despierto sin alarma alrededor de las 6 de la mañana. Si abro los ojos y veo que es después de las 5 de la mañana, me levanto de la cama. Me voy a la cama temprano, alrededor de las 10 p. m., para asegurarme que estoy bien descansado. Comienzo el día hidratándome con Yerba Mate, que me da un impulso moderado de cafeína y un montón de antioxidantes. Por lo general, leo, a veces medito o reviso mi correo electrónico.
Si no puedes con la cafeína, no pasa nada. Simplemente hidrátate con agua hasta que la orina salga clara. Una vez hidratado, es hora de hacer ejercicio. Discutiremos los ejercicios específicos en la Parte 2 de esta serie.
Si el café es imprescindible para ti, asegúrate de beber un vaso de agua antes y después de tu primer café. Para la gente de la mañana, comienza tu ejercicio físico tan pronto como termines de hidratarte. La gente de la noche debería meterse en la ducha para empezar el día y planear hacer ejercicio por la tarde cuando estén en su mejor momento.
Tiempos de tu rutina
La forma en que programes tu rutina depende de cuándo empieces a trabajar. Por ejemplo:
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Persona de la mañana: Hidrátese entre las 5 y las 6 de la mañana, haga ejercicio de las 7-8 de la mañana, desayune, duchese y vaya al trabajo a las 9 de la mañana.
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Persona de la noche: hidrátese alrededor de las 7 a.m. mientras medita, respira o lee, luego desayune, se ducha y dirígete al trabajo a tiempo.